Mujeres Líderes: Claves para lograr el liderazgo intelectual

El último tabú de la política norteamericana se ha derrumbado: Estados Unidos ha finalmente nominado a una mujer como candidata a la presidencia.

Y a pesar de que ya muchos países han tenido jefas de estado, la posible entrada de Washington a este club es una excelente noticia para los millones de mujeres tanto en el sector público como en el privado que luchan todos los días por derribar las barreras que aún las separan de las posiciones de poder.

Porque si bien cada vez hay más mujeres en posiciones de liderazgo, llevando adelante proyectos transformadores, contribuyendo a la creación de la agenda social y política de sus países, montando empresas e innovando, sus contribuciones a veces pasan desapercibidas.

Ya sea por falta de costumbre o estereotipos históricos y sociales a la hora de posicionarse como pensadoras, generadoras de opinión o expertas, son aún muy pocas las mujeres que alcanzan los niveles de visibilidad que requiere el momento en que vivimos.

A la dificultad de ser escuchadas y respetadas, se suma la presión adicional de la imagen física y el juicio de los otros, que por lo general tiende a ser más severo cuando la voz que habla es la de una mujer. Hoy vemos cientos de líderes masculinos escuchados y seguidos… ¿por qué no sucede lo mismo con las mujeres?

Sheryl Sandberg, la ejecutiva de Facebook, es quizá el mejor ejemplo de que se puede trascender esa barrera. Con su ‘Lean In’ ella ha logrado posicionarse en el tema de mujeres en puestos de liderazgo de una manera meteórica y eficaz. Sin embargo, no ha sido un logro mágico, ni ha sucedido de un día para el otro: empezó con la redacción de artículos, siguió con las motivadoras Charlas Ted, continuó con el libro, y ahora están los círculos Lean In.

Sandberg recorrió un camino hacia ese posicionamiento. Encontró un método efectivo para que su voz sea escuchada, se convirtió en modelo de otras mujeres y su estilo de liderazgo femenino se ha incorporado en la cultura empresarial.

Hacia allí debemos caminar. Necesitamos más mujeres líderes escuchadas, apoyadas y con grandes números de seguidores, transformando la sociedad.

En América Latina, cada vez más mujeres ocupan puestos gerenciales y directivos. Posicionarse como líderes intelectuales, ganando relevancia y credibilidad, debería ser parte fundamental de sus agendas de crecimiento profesional. Lograrlo requiere desarrollar maneras efectivas de comunicar, articular ideas inspiradoras con acciones auténticas y representativas de su experiencia, visión y pasión sobre la industria o el sector que lideran.

La buena noticia es que hoy día existen múltiples herramientas, canales y metodologías de apoyo. Un programa de liderazgo intelectual bien diseñado puede ayudar a promover ideas provocativas e innovadoras, desde su creación hasta su producción y su posicionamiento.

¿Cómo encarar la aventura? Aquí, algunos pasos claves:

• Definir el propósito. Los líderes intelectuales más exitosos tienen un propósito y una definición clara de lo que quieren lograr, ya sea ganar reconocimiento, credibilidad o el respeto de sus pares y el público.

• Identificar la voz. No sobresale quien grita más fuerte, sino el que tiene una voz identificable y auténtica. Las nuevas líderes intelectuales pueden recurrir al coaching para desarrollar ese posicionamiento único.

• Analizar fortalezas y debilidades. Es necesario evaluar las características y percepciones que pueden influir en las fortalezas y reducir las vulnerabilidades de la mujer líder.

• Crear una plataforma de posicionamiento. Desarrollar una plataforma de mensajería estratégica basada en los indicadores de referencia permite diferenciarse de otras u otros líderes.

• Producir contenido basado en hechos y multiplataforma. Generar contenido serio y debidamente documentado para múltiples canales contribuye a la credibilidad.

• Generar visibilidad. Participar en las plataformas sociales estratégicamente, utilizando las herramientas adecuadas, es clave para atraer a las audiencias a las que se apunta.

Posicionarse como líder intelectual no solo es beneficioso para aquella mujer que lo logra. Hay estudios que comprueban que las organizaciones con más mujeres en posiciones de liderazgo alcanzan mejores resultados gracias al aporte de su perspectiva, carisma y visión práctica.

En un mundo diverso como el actual solo se alcanzan resultados de largo plazo si logramos incluir de manera efectiva las opiniones y proyectos trasformadores de todos los que componen la sociedad moderna.

Vice Presidente, Newlink

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